lunes, 1 de octubre de 2018

...y tú no estabas..


Y TÚ NO ESTABAS

                                                                                 por Manuel Mariño R.

¿Que ocurre cuando una carta no encuentra a su destinatario?, pues, sencillamente, es devuelta al remitente, pero no sin antes pasar por una serie de instancias tendientes a encaminarla hacia quien, por una u otra razón, no ha podido ser ubicado para entregársela.


La causa más frecuente para esta situación es el cambio de domicilio de la persona a la cual va dirigida. En algunos casos las personas dejan información sobre su nueva dirección, pero en otros casos no es así, lo cual dificulta la ubicación del destinatario. También puede ocurrir que haya algún error en las señas como, por ejemplo, el número de la casa equivocado o el nombre de la calle incorrecto, etc.


Cuando se han agotado las indagaciones sobre un posible cambio de dirección o error en los datos consignados en la carta, ésta es devuelta a la oficina de correos, donde es "pregonada" en la sala de carteros, es decir, es dada a conocer, a viva voz, a los carteros o a las personas encargadas de repartir la correspondencia, para ver si alguien, ya sea por el nombre, la dirección u otra seña es capaz de dar una pista que permita enviarla a su destino. Si todas estas acciones no dan resultado, se procede a aplicarle un timbre con indicación de que debe ser devuelta al remitente. Las angustias por las que ha tenido que pasar la misiva han quedado reflejadas en la siguiente
    
                   
                   ODA DE LA CARTA DEVUELTA.

Cumpliendo con la misión encomendada,
Llegué hasta tu casa… y tú no estabas.
Así que he regresado a quien me enviara,
Con un dejo de tristeza en la mirada.

No creas que no trataron de ubicarte
Los carteros y gente autorizada
Pero no obstante el empeño que pusieron
No hubo forma de saber dónde tú estabas

A voces te llamaron los gestores,
En estéril acción desesperada.
La brisa se llenó con sus pregones,
Pero el eco respondió con la callada.

‘‘Retour’’, ‘‘Inconnu’’, ‘‘Unknown’’
Con extrañas palabras estampadas,
Dejaron constancia de su afán,
Cual triste epitafio, tras la paletada.


Si lees estas líneas a la distancia,
Haznos pronto saber dónde te hallas,
Así tuviera que rondar el mundo entero,
Feliz reemprendería la jornada.

Sin esperanzas de encontrarte me despido,
Pero culparme no podrás por la fallada,
Pues, como ya te he dicho y te repito,
Llegué hasta tu casa... y tú no estabas.

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Tomado del libro HISTORIAS con HISTORIA – Crónicas Entretenidas
Autor: Ing. Manuel Mariño Reimann
Socio ACFA N°79