LOS SELLOS DEL CORONEL
A comienzos del año 1895
había gran inquietud en la región Norte del Perú. El caudillo Nicolás de
Piérola, quien ya anteriormente había ocupado la jefatura del Estado durante un
corto período, tras derrocar al Presidente Mariano Ignacio Prado, se había
levantado nuevamente en armas, esta vez en contra del gobierno presidido por el
General Andrés Avelino Cáceres, al que derrocó finalmente, asumiendo el cargo el
8 de Septiembre de 1895.
Durante el movimiento
revolucionario, los territorios ocupados por los rebeldes estaban bajo el
control del Jefe Político y Militar del Norte de la República, cargo ejercido
por el Coronel Augusto Seminario y Vásquez, por designación expresa del mismo
Nicolás de Piérola.
Dentro de sus atribuciones,
el Coronel Seminario dispuso que en los territorios bajo su control se debería
usar estampillas propias del movimiento, para el franqueo de la correspondencia
y, con este objeto, se tomaron las medidas necesarias para que se hiciera una
emisión de 5 valores.
Como no era posible imprimir
los sellos en territorio peruano, su confección fue encomendada a la Imprenta
Universo de Valparaíso, Chile, la que cumplió el encargo cabalmente, mediante
la impresión litográfica de estampillas con valores de 5ct, 10ct, 20ct, 50ct y
1 sol, las que fueron despachadas hacia el norte del Perú por vía marítima,
adonde llegaron sin novedad.
Sin embargo, por
circunstancias propias de las contingencias del momento, parte de la emisión
pasó a manos particulares por lo que el Coronel Seminario, a fin de evitar que
fueran vendidas o utilizadas en forma fraudulenta para el franqueo de la
correspondencia, dispuso que se aplicara un timbre circular en rojo con la
palabra PROVISORIO a todos y cada uno de los sellos, de la partida que iba a
ser puesta en uso.
Las estampillas fueron
puestas oficialmente en circulación, mediante un Decreto de fecha 21 de marzo
de 1895. Estas estampillas, son conocidas como los sellos del Coronel Seminario
y se usaron solamente durante un corto tiempo, especialmente en el Departamento
de Piura, mayormente en la ciudad de Tumbes, por lo que son bastante escasas.
Las piedras litográficas
utilizadas para la impresión de los sellos se conservan todavía. Están en
custodia en la Asociación Filatélica Peruana, bajo cuyo cuidado han pasado a
formar parte de su valioso acervo histórico.
Tomado del libro HISTORIAS
con HISTORIA
Autor: Manuel Mariño Reimann