Esta isla está ubicada a más de 2.800 Km de distancia de la costa de
Angola. Tiene 122 Km2 y una población de 4.255 habitantes (2008). Emite sellos
desde 1856.
Descubierta en 1502 por Joao de Nora, gallego al servicio de
la Corona portuguesa. Estaba deshabitada, pero había muchos bosques y agua
fresca.
Se importó ganado, frutales y otros vegetales, con objeto de
poder dejar allí a los enfermos para que se recuperasen, volviendo a casa en la
siguiente embarcación.
En 1645, llegaron colonos neerlandeses, que transfirieron la
isla en 1651 a la Compañía Británica de las Indias Orientales, construyéndose
un emplazamiento y un fuerte.
En esa época, alrededor de la mitad de los habitantes eran
esclavos africanos; en 1810, a raíz del Acta de Abolición, la Compañía empezó a
importar chinos de Cantón. La isla prosperó como fundamental estación de
carboneo, hasta que, en 1869, la apertura del Canal de Suez la dejó obsoleta.
Antes de esa fecha, había comenzado a ser utilizada como
prisión de seguridad para prisioneros muy especiales. Tras Waterloo, Napoleón residió
allí con su séquito hasta su muerte el 5 de mayo de 1821. Fue una experiencia desagradable
para ambas partes, que tuvieron que aguantarse mutuamente. A finales de siglo
fueron deportados a la isla varios jefes boers y caudillos zulúes.
Francia ha adquirido las dos sucesivas residencias
napoleónicas y ‘el lugar de la tumba’, todo lo cual es administrado por el
Ministerio de Asuntos Extranjeros galo. También se han dedicado muchos
franceses a difundir rumores sobre el supuesto envenenamiento de Napoleón por
mano británica, rumores absolutamente disparatados e infundados.
El clima es tropical, templado por la influencia marina.
Existen al menos 40 especies endémicas. El paisaje es actualmente de monte y
matorral.
La economía se basa fundamentalmente en las subvenciones del
Reino Unido; de forma secundaria, en la exportación de productos pesqueros,
cría de ganado y venta de sellos.
(Manuel R.P. Historia, Geografía y filatelia)