jueves, 20 de julio de 2017

EL CORREO NEUMATICO, UNA SOLUCION TRANSITORIA



El correo neumático tuvo una existencia corta, pero muy importante para su tiempo. Consistía en redes de tuberías que interconectaban las oficinas de correos y de telégrafos entre sí, pero que, además, tenían terminales estratégicamente ubicados en distintos puntos de las ciudades, para servir a usuarios calificados, para quienes, la tardanza de unos pocos minutos en recibir determinadas informaciones podía tener efectos importantes, especialmente en el campo del comercio, las finanzas, la defensa nacional y otros.

Mediante la presión de aire por un lado y el vacío por el otro, era posible trasladar cilindros metálicos con correspondencia en su interior a apreciables distancias en un tiempo muy breve. El primer sistema de correo neumático se inauguró en Londres en el año 1853.

En París, el servicio comenzó en el año 1866, mediante una conexión entre la oficina de telégrafos ubicada en el Gran Hotel y un terminal especial en la Bolsa de Comercio. Esto obedeció al hecho de que cualquier noticia de trascendencia puede influir notablemente en la cotización de los valores bursátiles y el tener la primicia de una noticia importante otorga, a quien la recibe, una notable ventaja que puede utilizar en su favor.

Así había ocurrido en París apenas un año antes de la puesta en servicio del correo neumático, cuando, el 15 de abril de 1865, quienes tuvieron la oportunidad de enterarse primeramente del asesinato del Presidente Abraham Lincoln, pudieron realizar en pocos minutos transacciones bursátiles muy ventajosas, antes de que la difusión de la noticia provocara una espectacular caída en el precio de las acciones.

Hasta la introducción del servicio neumático, los telegramas eran transportados hasta sus destinatarios por mensajeros, los cuales, por muy rápido que se movilizaran, no podían competir con el veloz desplazamiento de los cilindros metálicos del nuevo sistema de comunicación. Así, las redes de tubos fueron extendiéndose paulatinamente y el servicio dejó de ser exclusividad de unos pocos, pasando a ser ofrecido al público en general.

Demostrada su utilidad, el sistema fue adoptado en las principales ciudades de Europa y en los Estados Unidos, hasta que la introducción del servicio telefónico en la década de 1880 marcó el comienzo de su obsolescencia. Sin embargo, el correo neumático continuó prestando servicios hasta bien entrado el siglo XX.



 




















Piezas postales, tales como telegramas, cartas, sobres, matasellos y otras marcas especiales de aquella época, relacionadas con el correo neumático, son muy apreciadas por los filatelistas, ya que corresponden a un capítulo poco conocido de la historia de los servicios de correos.


Tomado del libro HISTORIAS con HISTORIA
Autor: Manuel Mariño Reimann